¡Madres, enseñen a sus hijos a orar!
Así como “mamá” y “papá” son las primeras palabras del vocabulario del niño, así también sus primeras charlas con Dios deben empezar con “Digno es en verdad bendecirte, Madre de Dios...” y con el “Padre Nuestro”.
Usualmente, los niños comienzan a orar repitiendo, “Digno es en verdad...”. Y así es correcto. Porque la Madre de Cristo es la Madre de todo el pueblo cristiano. Y así como “mamá” y “papá” son las primeras palabras del vocabulario del niño, así también sus primeras charlas con Dios deben empezar con “Digno es en verdad bendecirte, Madre de Dios...” y con el “Padre Nuestro”. Paralelamente, debe enseñársele a orar también por los demás y a hacer la Señal de la Cruz.
San Juan Crisóstomo aconseja así a las madres: “Mamás, ante todo, enseñen a sus hijos a persignarse, incluso antes de que puedan hacerlo por sí mismos: háganlo ustedes con ellos. Cuando crezcan, procuren que ellos lo hagan sólos, despacito, sin prisa y con mucha atención”.
(Traducido de: Nikolaj Evgrafovich Pestov, Cum să ne creștem copiii: calea spre desăvârșita bucurie, traducere din limba rusă de Lucia Ciornea, Editura Sophia, București, 2005, p. 44)