Palabras de espiritualidad

“¿Maldito quien renuncie a la fe en la que nació?”

  • Foto: Andrei Agache

    Foto: Andrei Agache

Si fuera así, serían malditos todos nuestros antepasados paganos, quienes abandonaron su fe en los ídolos para bautizarse en la fe de Cristo.

«Uno de los más conocidos teólogos de tu localidad te asustó, diciéndote: “Maldito sea el que cambie la fe en la que nació”. Atemorizado por esa maldición, me preguntas si esto es cierto.

Si fuera así, serían malditos todos nuestros antepasados paganos, quienes abandonaron su creencia en los ídolos para bautizarse en la fe de Cristo. Malditos serían también (me estremece pensarlo) los Santos Apóstoles, quienes también renunciaron a su fe anterior, llamando a muchos más a imitarles. También hubieran sido malditos nuestros santos padres Cirilo y Metodio, quienes evangelizaron a los eslavos, siendo los primeros en traer la llama de la fe correcta a nuestros ancestros de Cárpatos y Moravia. Malditos serían también el santo zar Boris, quien evangelizó a los búlgaros, San Gregorio, quien evangelizó a los armenios, Santa Nina, quien convirtó a los georgianios, y San Patricio, quien hizo lo mismo con los irlandeses. O también San Vladimiro de Kiev, quien hizo cristianos a los rusos. Y si los santos son malditos, ¿quién podría ser, entonces, bendito? ¡Qué cosa tan terrible vincular las maldiciones, con algunos de los más bendecidos hijos de Dios! ¡Que Dios se apiade de nosotros!».

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Răspunsuri la întrebările lumii de astăzi, Editura Sophia, București, 2008, pp. 15-16)

 

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