Palabras de espiritualidad

María siempre necesitará a Marta, pero la labor de Marta es inútil sin María

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

No existe una cosa sin la otra. ¡Y no existe María sin Marta! María siempre necesitará de una Marta.  

La tradición reside bajo el signo del tesoro de normas contenido en los escritos de los Santos Padres y en la tradición oral, al igual que en la vida monástica y, sobre todo, en la figura del padre espiritual. Mientras haya padres espirituales, la tradición seguirá viva. Ellos se ocuparán siempre del orden interior, que tiene una gran importancia, porque el orden exterior puede funcionar solo, después de haber entrado en ritmo, y vivir a partir del legado de nuestros ancestros.

También nuestro Señor le dio preponderancia a la parte de María. La de Marta, de cualquier manera, habría de seguir a lo suyo. Vivimos, trabajamos, nos alimentamos; luego, ella se ocupa de la parte que siempre parece estar de más. Con todo, no podemos hacer de Marta el símbolo de la vida activa y de María el de la vida contemplativa, como sí lo hizo alguna vez Orígenes. No existe una cosa sin la otra. ¡Y no existe María sin Marta! María siempre necesitará de una Marta. Esta última, por su parte, hasta podría vivir sola. Es justo reconocer que la parte de Marta es más sencilla. La de María es más elevada, más sutil, más delicada y llena de matices.

La labor de Marta es una, la de María, otra. A esta última es a la que se refieren los Santos Padres, otorgándole cierta primacía, porque es más complicada que la otra: Dice San Isaac el Sirio: “Ordena tu labor, hermano”, pero es evidente que no se refiere a una “Regla” en el sentido basiliano u occidental

(Traducido de: Antonie Plămădeală, Mitropolitul ArdealuluiTradiție și libertate în spiritualitatea ortodoxă, Editura Pronostic, București, 1995, pp. 70-71)