No comiences a orar aprisa
Cuando llegue el momento de orar, no comiences a hacerlo de una sola vez, inmediatamente después de detener tus tareas ordinarias, sino que debes prepararte para ello.
Cuando llegue el momento de orar, no comiences a hacerlo de una sola vez, inmediatamente después de detener tus tareas ordinarias, sino que debes prepararte para ello: “permanece un momento en silencio, hasta que se tranquilicen tus sentimientos”, así como dice el libro de oraciones, y recuérdate de lo que estás por empezar a hacer y qué quieres lograr con ello. Acuérdate quién eres tú, el que está por iniciar sus oraciones, pero ante todo, acuérdate Quién es Aquel al que quieres dirigirte y qué es lo que quieres decirle y cómo quieres decirlo.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Războiul nevăzut, Editura Mănăstirea Sihăstria, p. 194)