Palabras de espiritualidad

No dejes que el enemigo te detenga

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Tú sólo sigue tu camino. El demonio insistirá, tomándote de la manga... pero tú debes seguir tu camino, En algún momento se hartará de ti y te dejará en paz.

Padre G. Evthimiou – investigador asistente del Instituto Teológico de la Universidad de Atenas

Quisiera hablarles de algo muy importante que nos concierne a todos, especialmente a los cristianos. Se trata de la lucha con los malos pensamientos. Todos sabemos que el demonio no descansa cuando se trata de atacar nuestra mente. Personalmente, gracias a mi experiencia como padre espiritual, vocación de la que Dios me hizo digno, he conocido muchísimos casos de personas atormentadas y confundidas por causa de su lucha con los malos pensamientos.

Cuando le pregunté al padre Porfirio sobre este problema, me respondió: “Tú sólo sigue tu camino. Cuando el demonio se te acerque y te coja del brazo para apartarte del camino, no voltees para comenzar a dialogar o discutir con él. Tú sólo sigue tu camino. Él insistirá, tomándote de la manga... pero tú debes seguir tu camino, En algún momento se hartará de ti y te dejará en paz”.

A pesar de que “Me faltaría el tiempo” (Hebreos 11, 32), quisiera referirme a algo que concierne a los maestros. Se trata del consejo que el padre Porfirio le dio a una señora que se hizo maestra y quería dedicarse completamente a esta carrera. El padre le dijo: «Cuando vayas de camino a la escuela, repite: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí”. Posteriormente, cuando entres al salón de clase, siéntete como si estuvieras entrando a la iglesia. Observa a tus alumnos con amor y firmeza. Ellos sentirán tu amor y entenderán tu severidad. Y, si alguno de tus alumnos tiene algún problema y suele crear situaciones desagradables en el salón, pídele a algún sacerdote que ore por él durante la proscomedia».

(Traducido de: Klitos Ioanidis, Părintele Porfirie. Mărturii și experiențe, Editura Bunavestire, Bacău, 2005, pp. 102-103)