No es aconsejable comenzar a luchar solos
Sólo el poder de Dios es capaz de atar al enemigo.
Tus observaciones son correctas. “El espíritu de la maldad se ha enseñoreado de mi cuerpo y mente, llevándome a la extenuación, para perderme”. Sí, su objetivo es matarte el cuerpo y el alma.
¿Pero quién te ordenó comenzar a luchar solo?
Todos los que sienten el deseo de vivir saben que, desde siempre, su propia debilidad humana no podría enfrentar al espíritu de la maldad y a ése que perennemente busca la perdición de los hombres. Sólo el poder de Dios es capaz de atar al enemigo. Y sólo en Su Iglesia, con Sus Sacramentos, con una experiencia espiritual de más de dos mil años y con la fuerza del Espíritu Santo que desciende en Ella, el hombre deja de estar solo y puede, con Su auxilio, oponérsele al mismísimo infierno.
Pero tú, querido K., no sólo no entiendes esto sino que has tratado de resolver todos tus problemas por ti mismo. Y esa soberbia podría llevarte a caer en las mismas redes del maligno. No es ninguna novedad lo que me cuentas. Los Santos Padres y los maestros de la Iglesia nos dejaron suficientes textos sobre su experiencia real en la lucha con esa fuerza que te acecha, intentando engañarte. Pero ellos lucharon “en” la Iglesia, con Dios. […]
Querido hijo, en nuestros tiempos no es aconsejable, bajo ninguna circunstancia, comenzar a luchar solo, siguiendo tu propio instinto. El orgullo oscurece de tal forma la mente y los sentidos, que cualquier lucha no nos produce sino más perjuicio.
(Traducido de: Arhimandritul Ioan Krestiankin, Povăţuiri pe drumul crucii, Editura de Suflet, Bucureşti, 2013, pp. 59-60)