¿No puedes orar? ¡Pídele ayuda al santo que quieras más!
Hay situaciones en las que no podemos orar, como cuando al intentar hacerlo en casa, no logramos concentrarnos. En esos momentos lo que debemos hacer es pedir la ayuda de nuestros Santos. Y, gracias a Dios, actualmente tenemos tantos libros a nuestro alcance, tantas hagiografías y prédicas de nuestros Santos, todas llenas del Espíritu, de manera que con facilidad podemos encontrar el auxilio adecuado a nuestra edad y a nuestra propia situación.
Hay situaciones en las que no podemos orar, como cuando al intentar hacerlo en casa, no logramos concentrarnos. En esos momentos, lo que debemos hacer es pedir la ayuda de nuestros Santos. Y, gracias a Dios, actualmente tenemos tantos libros a nuestro alcance, tantas hagiografías y prédicas de nuestros Santos, todas llenas del Espíritu, de manera que con facilidad podemos encontrar el auxilio adecuado a nuestra edad y a nuestra propia situación. Es bueno, entonces, que mantengamos siempre en nuestra mesita de noche o en nuestro rinconcito de oración, esos libros que nos ayudan a encender el corazón. Y verán que a ese calorcito le sigue un estado espiritual de alegría, de esperanza y un fuerte deseo de orar. Entonces, poniendo el libro a un lado, podemos ya empezar a orar porque el Padre que nos ha dado ese estado de oración, nos toma de la mano y nos conduce, orando junto a nosotros, de tal forma que el Señor nos empieza a llenar de Su paz y de Su felicidad.
(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Deschide cerul cu lucrul mărunt, Editura Doxologia, Iași, 2013, pp. 27-28)