Palabras de espiritualidad

¡No temas, no te pasará nada!

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

    Foto: Bogdan Zamfirescu

Translation and adaptation:

Posteriormente, aquel marinero habría de recordar que en aquellos instantes vio pasar frente a sus ojos toda su vida... hasta que en un momento dado vio a la Madre del Señor, con los brazos alzados, quien le dijo: “¡No temas, no te pasará nada!”.

El siguiente milagro fue relatado por un marinero de la región rumana de Galați.

Trabajaba en un barco petrolero. Una vez, después de haber echado anclas, el capitán del navío le pidió que soldara algunas fisuras recientes en el tanque que servía para transportar el carburante. El marinero se rehúso con vehemencia a cumplir con aquella orden, argumentando que el cisterna no tenía suficiente ventilación y que, además, aún quedaban suficientes restos de petróleo en él, lo que suponía un gran peligro de explosión al momento de trabajar con la soldadora. El capitán, ignorando lo que acababa de advertirle el marinero, ordenó a otros dos trabajadores que se ocuparan de esa tarea.

Nuestro marinero, en tanto, se dirigió a la cubierta del barco, para ayudar con las demás labores de desembarque.

Mas cuando aquellos dos hombres encendieron el soplete para reparar los daños en el tanque, sucedió exactamente lo que había previsto el marinero: una terrible explosión se produjo, matando en el acto a los que trabajaban en el tanque y lanzando violentamente por los aires a nuestro hombre.

Posteriormente, aquel marinero habría de recordar que en aquellos instantes vio pasar frente a sus ojos toda su vida... hasta que en un momento dado vio a la Madre del Señor, con los brazos alzados, quien le dijo: “¡No temas, no te pasará nada!”.

Cuando se despertó, vio que había caído de nuevo sobre cubierta, comprobando, poco después, que únicamente se había roto un par de costillas...

¡Qué grande es la misericordia de la Madre de Dios!

(Traducido de: Monah Pimen Vlad, Povestiri duhovnicești, vol. I, Editura Axa, 2013, pp. 44-46)