No todo lo que es breve es insignificante y no todo lo que es grande es vasto y perfecto
Dios no espera de nosotros oraciones en gran cantidad, sino oraciones humildes y llenas de temor hacia Él, así como Su ángel le ordenó a San Pacomio. Debes dirigir tu perseverancia no al número de oraciones que hagas, sino al pensamiento profundo y la atención que pones en tu acción, para que lo que haces sea bien recibido por Dios.
Dios no nos pide una cantidad determinada de salmos y oraciones, porque Él atiende nuestra mente, cuando ésta es limpia y ligera. Porque hay muchos que repiten miles de oraciones con su boca, pero con su mente piensan en otras tantas iniquidades, bajezas e impurezas; entonces, ¿cómo podría escucharlos Dios?
Tú solo no podrías saber lo que debes hacer, hombre. Dios no espera de nosotros oraciones en gran cantidad, sino oraciones humildes y llenas de temor hacia Él, así como Su ángel le ordenó a San Pacomio. Debes dirigir tu perseverancia no al número de oraciones que hagas, sino al pensamiento profundo y la atención que pones en tu acción, para que lo que haces sea bien recibido por Dios.
No todo lo que es breve es insignificante y no todo lo que es grande es vasto y perfecto.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski de la Neamţ, Crinii țarinei sau Flori preafrumoase adunate pe scurt din Dumnezeiasc