Palabras de espiritualidad

Nuestro hijo adolescente y el peligro de los vicios

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Es importante que el adolescente entienda nuestra preocupación por su integridad, que sienta nuestro amor de padres y que no somos indiferentes ante lo que él está viviendo.

Desde luego, proteger completamente a los adolescentes de todo mal es imposible. Los jóvenes que fuman, beben y cometen todo tipo de infracciones, a menudo lo hacen porque aún buscan un camino y desean expresar lo que piensan es su “madurez”. Sin embargo, si en la familia nadie fuma, si raras veces se consume alcohol, la posibilidad de que el joven crezca “predispuesto” al vicio será muy reducida.

Por eso, los padres no deben consentir tales comportamientos. El alcohol, el tabaco y demás tropelías deben quedar terminantemente prohibidas por parte de los padres. Y este veto debe acompañarse de una explicación constructiva y competente. Pero, más allá de toda explicación sobre los peligros de los vicios, es importante que el adolescente entienda nuestra preocupación por su integridad, que sienta nuestro amor de padres y que no somos indiferentes ante lo que él está viviendo.

(Traducido de: Cum să ne purtăm cu fiica adolescentă – Sfaturi pentru părinţi, traducere din limba rusă de Gheorghiţă Ciocioi, Editura de Suflet, Bucureşti, pp. 109-110)