Palabras de espiritualidad

Nuestro Señor Jesucristo, ejemplo de la honra a los padres

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La honra a los padres y el cuidado que les debemos tiene que vencer todas las circunstancias de la vida, hasta el sepulcro y más allá de este.

Cuando los sufrimientos en la Cruz desgarraban el alma y el cuerpo del Señor, cuando Él pendía pesadamente de los clavos que sostenían sus miembros atravesados entre la vida y la muerte, y de Él pendía el mundo entero sobre el abismo de la perdición, esperando ser salvado, ni los tormentos de todo el infierno, ni la preocupación por todo el mundo, por todos los tiempos y la eternidad, nada de eso pudo ahogar en Él los sentimientos del legítimo deber ante Su Madre. Ese deber, cuya realización terminaba para Él paralelamente con Su vida terrenal, se lo trasladó a Juan, cuya castidad y amor hacían de él un digno servidor de la Santísima Virgen; así, y en esta parte de la Ley, como en todas las demás, nos demostró la perfección, que consiste también en que la honra a los padres y el cuidado que les debemos venza todas las circunstancias de la vida, hasta el sepulcro y más allá de este.

(Traducido de: Cum să educăm ortodox copilul, Editura Sophia, București, 2011, p. 199)