Nuestro único propósito
Todas las cosas de este mundo, por grandes e importantes que parezcan, no son sino nimiedades, porque lo primero y esencial debe ser el trabajo en nuestra salvación.
El cristiano debe considerar la salvación de su alma como lo más importante, como su único propósito, asumiendo que todo lo demás solamente debe servirle para alcanzar dicho objetivo. Todas las cosas de este mundo, por grandes e importantes que parezcan, no son sino nimiedades, porque lo primero y esencial debe ser el trabajo en nuestra salvación.
La salvación es tan necesaria, que sin ella todo es igual a nada. Es un necio aquel que se preocupa más por aquello que no ha de servirle para salvarse. Si vives sólo para las cosas del cuerpo, lo perderás y, con este, perderás también tu alma. Al contrario, si vives para Dios, entonces los estarás salvando a ambos.
(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Vreau să schimb lacrimile voastre în bucurie, Editura Agaton, Făgăraş, 2014, p. 148)