¡Obliguemos a nuestro corazón a que ame al prójimo!
Sembraste entre piedras... ¿Echará raíces? Así es nuestra oración a Dios, si sentimos odio y maldad hacia nuestro semejante.
Obliguemos a nuestro a corazón, convenciéndolo de que debemos amar a nuestro hermano y pidamos la ayuda de Dios en esta empresa. Sólo entonces nuestra oración podrá ser escuchada plenamente. Si no, estará sucediendo lo que dijera San Isaac el Sirio: “Semilla que cae entre piedras es la oración del que mantiene enojo en contra de su hermano”.
Sembraste entre piedras... ¿Echará raíces? Así es nuestra oración a Dios, si sentimos odio y maldad hacia nuestro semejante. La semilla no puede crecer entre piedras; tampoco las palabras de nuestra oración podrán llegar a Dios, mientras sintamos odio hacia alguien.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 122)