Oración por todo el mundo
Dios mío, no abandones a Tus siervos que están lejos de la Iglesia; que Tu amor traiga a todos a Tu lado.
Dios mío, no abandones a Tus siervos que están lejos de la Iglesia; que Tu amor traiga a todos a Tu lado.
Acúerdate, Señor, de Tus siervos que sufren de cáncer.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que sufren de enfermedades leves o graves.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que sufren de endeblez física.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que sufren de endeblez espiritual.
Acuérdate, Señor, de quienes gobiernan los países, y ayúdalos a hacerlo cristianamente.
Acuérdate, Señor, de los niños que provienen de familias con problemas.
Acuérdate, Señor, de las familias con problemas y de los divorciados.
Acuérdate, Señor, de los huérfanos de todo el mundo, de los que sufren y de los oprimidos en esta vida, de los viudos y las viudas.
Acuérdate, Señor, de los reclusos, de los anarquistas, de los drogadictos, de los asesinos, de los que obran el mal y de los ladrones. Ilumínalos y ayúdalos a enmendarse.
Acuérdate, Señor, de los desterrados.
Acuérdate, Señor, de todos los que viajan por mar, por tierra y por aire, y protégelos.
Acuérdate, Señor, de nuestra Iglesia, de sus santificados servidores y de los fieles.
Acuérdate, Señor, de todas las comunidades monásticas, de los stárets y abadesas, de los monjes y las monjas.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que viven en condiciones de guerra.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que son perseguidos.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que son como aves buscadas por los cazadores.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que han abandonado sus hogares y lugares de trabajo, y que ahora sufren.
Acuérdate, Señor, de los pobres, de los sintecho y de los refugiados.
Acuérdate, Señor, de todos los pueblos; abárcalos con Tus brazos, cúbrelos con Tu Santísima Protección, líbralos de todo mal y de la guerra. También a nuestra amada nación, día y noche guárdala en Tu seno, cúbrela con Tu Santísima Protección, y líbrala de todo mal y de la guerra.
Acuérdate, Señor, de las familias desesperadas, abandonadas, humilladas y atacadas. Concédeles Tus abundantes misericordias.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que sufren toda clase de padecimientos espirituales y físicos.
Acuérdate, Señor, de Tus siervos que nos han pedido que oremos por ellos.