Oración a Santa Teodora de Sihla
“Con gran templanza y abundantes lágrimas espirituales iluminaste tu alma, y, en la soledad de tu retiro, los frutos de tus virtudes te hicieron resplandecer…”.
«Oh, Muy Piadosa Madre Teodora, que desde niña amaste a Cristo y por Su amor durante toda tu vida te sacrificaste; muchas privaciones y tentaciones sufriste en tu vida eremítica, pero, con la Gracia de Dios, siempre supiste vencerlas. Con gran templanza y abundantes lágrimas espirituales iluminaste tu alma, y, en la soledad de tu retiro, los frutos de tus virtudes te hicieron resplandecer. Con tu forma de vida santificaste la solitaria Sihla y te erigiste en ejemplo para otros ascetas. Y, nuestro Buen Dios, en el momento propicio, reveló la santidad de tu vida, mostrándote como un tesoro que había permanecido oculto para el mundo.
Por eso, también nosotros, aunque somos indignos, con fe y devoción nos encomendamos a tus santas oraciones y a ti clamamos: ¡pídele a nuestro Misericordioso Señor que también nosotros, aun siendo pecadores, podamos recibir Su piedad y salvación, tanto en esta vida como en el momento de nuestra muerte, para alabar y glorificar, ahora y en la eternidad, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos! ¡Amén!».