Orando con el corazón y la mente
La “Oración del corazón” u “Oración con un solo pensamiento” es un pensamiento único: el recuerdo incesante de Dios.
Vemos en los Padres que existen tanto los conceptos de purificación como de iluminación. Como dije antes, la purificación no consiste en una limpieza meramente moral, sino en una con sentido moral y significado ascético. En consecuencia, para los Padres la purificación es un estado ascético, al cual se accede después de luchar, no sólo evitando el pecado —porque evitar el pecado es parte también de nuestro sacrificio—, sino también uno de purificación del corazón. Y purificar el corazón no significa sólo evitar pecar. Consiste, también, en expulsar del corazón todo pensamiento y llevarlo a la razón para que se quede ahí. En el corazón debe subsistir un sólo pensamiento: la oración. Esto es importantísimo.
Una vez hecho esto, toma el nombre de “Oración del corazón” u “Oración con un solo pensamiento”. Es un pensamiento único, que es también una oración: el recuerdo incesante de Dios. En esto consiste la purificación del corazón, de acuerdo a los Santos Padres. No se trata sólo de rehuir del pecado. Aquí, en Grecia, se impuso una concepción puritana sobre el estado de pureza en el hombre. Una doctrina fundamental de los Padres es que la mente (νοῦς) debe vaciarse de todo pensamiento (λογισμοί) bueno o malo. Está claro que los pensamientos, incluso esos de naturaleza negativa, deben residir en la razón (λογική); de lo contrario, la persona no podría vivir en el medio que le rodea. Así las cosas, cuando los Padres dicen que no debemos tener pensamientos, no se refieren al hecho que debemos eliminar todos los pensamientos (λογισμοί) de la razón-intelecto, sino de la mente (νοῦς) que obra en el corazón.
(Traducido de: IPS Ierótheos Vlachos, Mitropolitul Nafpaktosului, Dogmatica empirică după învățăturile prin viu grai ale Părintelui Ioannis Romanidis, Volumul II, Editura Doxologia, Iași, 2017, p. 219)