Cada noche, en cada monasterio del Santo Monte Athos, al menos un monje permanece velando en oración hasta el amanecer, pidiendo por todos los demás que no han podido velar.

El Santo Monte Athos es un lugar en donde desde hace más de mil años se ofician al menos cien Divinas Liturgias al día.

El Santo Monte, el Jardín de la Madre del Señor, es una candela perpetua, una oración continua al Señor por todo el mundo. En esta noche, si está en nuestras posibilidades, elevemos una oración por todos esos hombres, especialmente por los que velan orando por todos los necesitados.

De corazón digo: “Señor Jesucristo, Todopoderoso y Dios nuestro Resucitado, cuida, protege, ilumina y llena de Gracia a Tus siervos, los monjes del Santo Monte, de ese bendito lugar consagrado a Tu Santa Madre, y ayuda a todos quienes lo necesitan en esta noche: a los enfermos en los hospitales —sobre todo a los que están en terapia intensiva—, a los reclusos, a los marginados, a los que no tienen trabajo, a los huérfanos, a las viudas, a los sin techo y a quienes cuidan de nuestra nación. Señor Jesucristo, ten piedad de Tus siervos.”