Para acercanos más a Dios…
La oración y la paciencia en las tribulaciones conforman el camino más accesible para acercarnos a Dios.
La paciencia en las aflicciones es como una escalera al Cielo, una expresión de nuestro esfuerzo ascético. Por otra parte, la guía permanente de la vida cristiana (ascética y mística) es la oración. Por medio de la oración, el hombre se une en misterio (amorosa y comprensivamente) con Dios y se descubre humilde, teniendo su esperanza puesta solamente en Dios (y no en los limitados poderes terrenales).
Con la oración, el hombre se prepara para su encuentro con nuestro Señor Jesucristo en los sacramentos, y también con la oración es que sostiene ese encuentro. La oración y la paciencia en las tribulaciones conforman el camino más accesible para acercarnos a Dios.
(Traducido de: Ieromonahul Adrian Făgețeanu, Ieromonahul Mihail Stanciu, De ce caută omul contemporan semne, minuni și vindecări paranormale? Un răspuns ortodox, Editura Sophia, București, 2004, p. 74)