Palabras de espiritualidad

Para alcanzar el auténtico estado de oración

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Si cuando te presentas en audiencia ante cualquier monarca de este mundo, que es un hombre como tú, lo haces lleno de temor y estremecimiento, con mayor razón debes hacerlo cuando hables en tus oraciones con el Rey de los ángeles y de todo lo creado.

Aprende a valorar la sabiduría, el amor por la bondad y las demás virtudes agradables a nuestro glorioso Soberano, que son tan maravillosas, que superan no sólo los límites de la mente humana, sino también los de los poderes ceestiales. Con esto basta para humillarte hasta el suelo y permanecer con temor y estremecimiento ante Él. Y, mientras más se ocupe tu alma en ese temor, más se apartará tu mente de las preocupaciones de esta vida, porque el freno del temor no permite que el corazón se vea rodeado por otros pensamientos ante semejante grandeza. 

Porque, si cuando te presentas en audiencia ante cualquier monarca de este mundo, que es un hombre como tú, lo haces lleno de temor y estremecimiento, con mayor razón debes hacerlo cuando hables en tus oraciones con el Rey de los ángeles y de todo lo creado. Cuando ores, preséntate como lo hace el condenado ante el tribunal, para mitigar la ira del Justo Juez, tanto exterior como interiormente, y recibir la completa remisión de tus pecados. Orando, exáltalo y alábalo. Y, cuando lo glorifiques con humildad, pide no alimentos o la salud de tu cuerpo, ni nada más de este mundo, sino el Reino de los Cielos, y todo lo demás que se te concederá, tal como Él Mismo nos prometiera: “Buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidiura”.

(Traducido de: Agapie Criteanul, Mântuirea păcătoșilor, Editura Egumenița, 2009, p. 362)