Palabras de espiritualidad

Para Dios todo es posible

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

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Translation and adaptation:

Gracias a la rectitud y a la fe de Josué, Dios detuvo el sol sobre Gabaón, hasta que Israel consiguió ganar la batalla. ¿Quién le enseñó las Escrituras a la asceta María? El Espíritu de Dios, así como lo prometiera el Salvador a Sus discípulos...

¿Puede el hombre, acaso, detener el sol durante un dia entero? ¿Puede uno que nunca ha leído, aprender en soledad y de memoria las Santas Escrituras? Josué, el justo, detuvo el sol sobre Gabaón, invocando el nombre de Dios. María de Egipto, la asceta, quien vivió más allá de Jordán casi medio siglo, sabía de memoria la Sagrada Escritura, así como da testimonio el primero y último en verla, el Anciano Zósimo. ¿Cómo puede un simple mortal ser capaz de todo eso? Es imposible.

Sin embargo, esto fue explicado por nuestro Señor Jesucristo, con las palabras, “Lo que para el hombre es imposible, para Dios es posible”. Gracias a la rectitud y fe de Josué, Dios detuvo el sol sobre Gabaón, hasta que Israel consiguió ganar la batalla. ¿Quién le enseñó las Escrituras a la asceta María? El Espíritu de Dios, así como lo prometiera el Salvador a Sus discípulos: “El Espíritu Santo, Consolador, que Mi Padre les enviará en Mi nombre, les enseñará todo”. Fue el Espíritu quien instruyó a la beata María, haciendo de ella su morada y deificándola. Hubo otros milagros en la vida de María, obrados no por ella, sino por Dios.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Suta de capete de la Liubostinia, Editura Sophia, 2009, pp. 33-34)

 

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