Para encontrarte, debes perderte antes. La lucha por la paz espiritual
El hombre fue creado por Dios, para tener libre voluntad, razón y afectos. Entonces, si decides entrar a un monasterio, estás luchando con tu Creador, quien te dio el libre albedrío. Y tendrás que vencer a toda costa en esta lucha, que a Él agrada. Así fue como Jacobo luchó con Dios y venció, en este sentido: debes perderte, para poder encontrarte. Hablo precisamente de los monjes, aunque estas palabras pueden ser provechosas también para los laicos.
Cualquier momento puede ser un tiempo completo y cualquier suspiro puede ser ya toda una oración. ¡Para Dios! Existe un mundo monástico que se diferencia del laico, aunque, a grandes rasgos, ser monje consiste en ser un mejor cristiano. Porque Dios no creó oraciones especiales para los monjes.
Con todo, la vida del monje no puede ser abarcada en una cita, en una frase filosófica. Es una forma de vida que está más allá de lo que podemos comprender, porque es una lucha continua con Dios. El hombre fue creado por Dios, para tener libre voluntad, razón y afectos. Entonces, si decides entrar a un monasterio, estás luchando con tu Creador, quien te dio el libre albedrío. Y tendrás que vencer a toda costa en esta lucha, que a Él agrada. Así fue como Jacob luchó con Dios y venció, en este sentido: debes perderte, para poder encontrarte. Hablo precisamente de los monjes, aunque estas palabras pueden ser provechosas también para los laicos.
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ediția a II-a, volumul III, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 95)