Palabras de espiritualidad

Para que nuestra oración sea pura…

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La oración pura necesita la paz del alma, pero no puede haber paz en el alma sin obediencia y templanza.

Por medio de la Gracia del Espíritu Santo, Dios le concede al alma diferenciar entre la oración principiante, la oración intermedia y la oración avanzada. Pero es que, incluso en el caso de la oración más avanzada, Dios no la atiende porque el alma haya alcanzado ya cierto nivel de perfección, sino porque Él es misericordioso y quiere, como una madre amorosa, confortar el alma, para que esta arda con más fuerza y tesón, sin conocer descanso, ni de día, ni de noche.

La oración pura necesita la paz del alma, pero no puede haber paz en el alma sin obediencia y templanza.

Los Santos Padres ponen la obediencia en un lugar más alto que el ayuno y la oración, porque sin obediencia el hombre puede llegar a pensar de sí mismo que es ya un gran asceta, un gran practicante de la oración. Pero solamente quien sea capaz de renunciar a su voluntad frente a su stárets, frente a su padre espiritual, tendrá una mente pura.

(Traducido de: Cuviosul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii și iadul smereniei, Editura Deisis, Sibiu, 2000, p. 160)