Para quien le teme a la hechicería
El demonio no se acerca a aquel que lleva una vida cristiana, sino que se estremece y le teme a Cristo, Quien vive en el creyente.
“Como he escrito antes, la hechicería consiste en ceremonias realizadas por los brujos, para invocar al demonio. Y tal como la Santa Iglesia nos da a nosotros, los fieles, distintas cosas santificadas para ayudarnos, como el agua bendita (aghiasma) para beberla o rociar nuestra casa con ella, para que por medio suyo venga la bendición del Señor sobre nosotros y sobre nuestro hogar, así también los hechiceros dan de comer o de beber, o arrojan distintos objetos en las casas de sus víctimas, para llamar, desde luego, no la bendición de Dios, sino al maligno y sus huestes. Finalmente, ¿a quién pueden afectar la brujería? Desde luego, a quienes están lejos de la Iglesia. Porque, si la magia no es sino solamente cosa del maligno y sus espíritus, es normal que estos busquen a quienes no viven cristianamente. Y es que el demonio no se acerca a aquel que lleva una vida cristiana, sino que se estremece y le teme a Cristo, Quien vive en el creyente. Así pues, a la brujería le temen solamente aquellos que no viven cristianamente.”
(Traducido de: Arhimandrit Nectarie Moulatsioti, Despre farmece și cum pot fi ele dezlegate, Editura Bunavestire)