Palabras de espiritualidad

Para quienes aún creen en el horóscopo

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Las estrellas fueron puestas (en el firmamento), no para dominar nuestra alma, sino para apartar la oscuridad de la noche con su luz.

He escuchado a muchos decir que, cuando son sorprendidos en determinada falta, se defienden argumentando que no pueden renunciar a ello porque “las estrellas”, bajo cuya influencia se hallan, les atraen con fuerza hacia eso, aún contra su voluntad, atándoles fuertemente a dicha pasión. ¿Es posible inventar algo peor que esto, con tal de blasfemar a la Verdad Divina?

Las estrellas fueron puestas (en el firmamento), no para dominar nuestra alma, sino para apartar la oscuridad de la noche con su luz. Fueron puestas, además, para guiar a quienes navegan en el mar, y anunciarles, a quienes trabajan la tierra, el tiempo propicio para arar. Si, por la poderosa influencia de las estrellas, unos aman las virtudes, y otros siguen el mal —sabiendo que el principio de todo bien es la fe en el verdadero Dios, y el más grande de los males es la falta de fe—, entonces los que deshonran a Dios quedarían sin castigo, y quienes le exaltan con fervor, sin retribución ni don alguno.

Sin embargo, nosotros sabemos que (los astros) simplemente nos indican la llegada de la lluvia o la sequía, el frío y el calor, los vientos y todo lo que se le asemeja, pero en ningún caso podrían ser los guías de nuestros actos.

(Traducido de: Sfântul Maxim Grecul, Viaţa şi cuvinte de folos, Editura Bunavestire, Galaţi, 2002, p. 103)

 

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