¡Hermanos míos, los más jóvenes! ¡Al escuchar estas cosas de parte de algunos padres, digamos, más ancianos y más experimentados, intenten obtener un provecho para su alma! ¡Porque gran cosa es tener una juventud como ancianos, para poder tener una vejez como jóvenes! ¿Alguien sabe lo importante que es tener una vejez “joven”?

(Ustedes) nos preguntan, nos buscan, llaman a nuestra puerta. En verdad, somos “asaltados”, asediados por muchas personas. Nos cansamos. No podemos entregarnos totalmente al corazón de cada uno de ustedes, para poder llenarlo. Pero, ¡cuando escuchen algún consejo de parte nuestra, guárdenlo en sus corazones! A veces sucede que terminamos hablando las mismas cosas, a las mismas personas. Pero, insisto: ¡no jueguen con su edad! ¡Si no saben qué hacer con ella, denme un poco de su juventud! ¡Pero no jueguen con ella!

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ed. a 2-a, vol. 2, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 122)