Palabras de espiritualidad

¿Pecaste? ¡Díselo a Dios y no te desesperes!

  • Foto: Crina Zamfirescu

    Foto: Crina Zamfirescu

Dile a Dios: “¡He pecado!”. ¿Tan difícil es confesar tu pecado? Si no te reprendes a tí mismo, será el maligno quien lo haga.

Dile a Dios: “¡He pecado!”. ¿Tan difícil es confesar tu pecado? Si no te reprendes a tí mismo, será el maligno quien lo haga. Apresúrate y hazlo, porque, ciertamente, su única labor es condenarte. Apresúrate y apaga el pecado, porque tienes un verdugo que no calla jamás.

¿Pecaste? No te pido más que esto: entra en la iglesia y dile a Dios, con arrepentimiento, “He pecado”. Porque está escrito: “Confiesa antes tus pecados, para poder ser corregido” (Isaías 43, 26). Confiesa tu pecado, para ser perdonado. No es necesario un gran esfuerzo, ni muchas palabras, mucho menos gastar nada. Dos palabras, tan sólo: “He pecado”.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, Editura Egumenița, Galați, 2007, p. 76)