Pequeña plegaria a San Efrén de Nea Makri por los enfermos
¿Quién puede hablar de todos tus milagros? ¿Quién sabe cuántos enfermos han sido sanados por tus oraciones?
«Oh, San Efrén, gran mártir de Cristo, escucha nuestras humildes plegarias por los siervos de Dios (nombres), quienes ahora mismo están enfrentando la prueba de la enfermedad, el sufrimiento y la tentación. Acudimos a ti como a un médico celestial, confiando en que aceptarás nuestra petición y les aliviarás sus sufrimientos. Tú mismo has dicho que tienes el remedio para toda clase de enfermedades, por eso tenemos la esperanza de que tu amor a los hombres no ha disminuido. ¿Quién puede hablar de todos tus milagros? ¿Quién sabe cuántos enfermos han sido sanados por tus oraciones?
¡Ayúdalos, San Efrén, ayuda a todos los que sufren! Pídele a Cristo Dios por ellos y, si les es beneficioso que sean sanados rápidamente, has que esto suceda, para mayor gloria de Dios. Y si les es más útil que sigan cargando la cruz de sus sufrimientos, ayúdalos a soportarla sin lamentarse, para que reciban la luminosa corona de la paciencia.
Oh, Santo y Gran Mártir Efrén, cierto es que tú soportaste indecibles sufrimientos, en tanto que nosotros buscamos solamente los placeres de esta vida. Pero, aun siendo pecadores y estando llenos de pasiones, nos atrevemos a elevarte nuestras súplicas. Porque no te pedimos por nosotros mismos, oh santo, sino por estos siervos de Dios que hoy sufren, a quienes el dolor los ha puesto de rodillas. Cuídalos, guíalos, protégelos y sánalos, para que te agradezcan con un corazón humilde y alaben a Dios, Quien te cubrió con Su don, revelándote milagroso, por los siglos de los siglos. Amén».