¡Pidámosle al Señor sin titubear!
La fe, si es acompañada de obras, nos demuestra que el Señor hace la voluntad de quienes le temen.
Cada vez que la mente devota se descubre sometida, es justo que sea protegida por Dios, si busca en Él su refugio.
Y, otra vez: Dios viene a quienes le llaman en verdad. Porque hay algunos que acostumbran a tentar al Señor, acercándose sólo a Sus palabras, pero sin unírsele a Él con fe. Como dice el profeta: “el justo vivirá por la fe; sin embargo, si vacila, Mi Espíritu no descenderá sobre él”.
Así pues, la indecisión nos aparta de lo que pedimos. Mas la fe, si es acompañada de obras, nos demuestra que el Señor hace la voluntad de quienes le temen, atendiendo sus oraciones y llevándolos a la salvación.
(Traducido de: Sfântul Simeon Stâlpnicul din Muntele Minunat, Cuvinte ascetice, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 57)