¡Pídanle a Dios con amor, diariamente!
Tienen el deber de cuidar las relaciones que establezcan entre ustedes. Hónrense unos a otros, como sabiéndose imagen de algo santo, como íconos de Dios. Estén atentos al amor que sientan, porque cuando el corazón no es calentado por la oración pura, el amor corre el riesgo de convertirse en algo meramente físico y artificial.
Busquen el amor. Junto a él viene todo lo bueno y todas las virtudes. Amen, para que los demás los amen. Dénle a Dios todo su corazón, para permanecer en el amor.
Tienen el deber de cuidar las relaciones que establezcan entre ustedes. Hónrense unos a otros, como sabiéndose imagen de algo santo, como íconos de Dios. No busquen sólo el cuerpo y su belleza, sino el alma.
Estén atentos al amor que sientan, porque cuando el corazón no es calentado por la oración pura, el amor corre el riesgo de convertirse en algo meramente físico y artificial, oscureciéndose la mente y quemándose el mismo corazón.
(Traducido de: Sfântul Nectarie al Pentapolei, Învăţături, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, Bucureşti, 2009, p. 24)