¡Póngamonos a trabajar en nuestra salvación!
Haz lo que esté en tus manos hacer, y pídele a Dios lo que no puedas, y verás cómo Él viene pronto en tu auxilio. Es imposible que obres tu salvación sin Cristo, y Él tampoco la puede trabajar sin ti.
Algunos dicen que es difícil salvarse, pero es más vergonzoso e imperdonable no salvarse, teniendo al alcance tantos medios para hacerlo. Aquel que ordena, siempre da lo que se necesita para poder cumplir con lo ordenado, solamente que no obliga. Haz lo que esté en tus manos hacer, y pídele a Dios lo que no puedas, y verás cómo Él viene pronto en tu auxilio. Es imposible que obres tu salvación sin Cristo, y Él tampoco la puede trabajar sin ti.
La salvación no se alcanza con una acción aislada, sino que implica también una acción social, porque el hombre no puede salvarse solo: de su salvación dependen también otros. Hasta la llegada del Juicio Final, la salvación se puede alcanzar en cualquier parte, incluso en un campo de batalla; diría que hasta se puede obtener estando en el infierno, pero no sin la ayuda de Cristo.
(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Vreau să schimb lacrimile voastre în bucurie, Editura Agaton, Făgăraș, 2014, p. 148)