¿Por qué debo ofrecerle la otra mejilla al que me hace el mal?
A aquellos que se sienten consternados por el hecho de sufrir sin tener culpa alguna, el stárets Ambrosio de Óptina les ofrece un maravilloso consejo.
A aquellos que se sienten consternados por el hecho de sufrir sin tener culpa alguna, el stárets Ambrosio de Óptina les ofrece un maravilloso consejo.
Interpretando las palabras del Señor: «Al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra» (Mateo 5, 39), el padre Ambrosio dice: «Usualmente, el hombre golpea con su mano derecha, de manera que su palma cae sobre la mejilla izquierda de aquel a quien castiga. Pero Cristo dice: “Al que te abofetee en la mejilla derecha…”. ¿Acaso al Omnisciente se le pasó por alto un detalle tan simple? ¡Claro que no! Luego, si dijo: “Al que abofetee en la mejilla derecha”, significa que si alguien te insulta cuando tienes la razón y eres inocente, debes ofrecerle también la otra mejilla, es decir, la parte izquierda. ¿Con qué propósito? Simplemente, para que, al acordarte de tus propias faltas e injusticias, se extinga la turbación que te inunda al sufrir la arbitrariedad de otro».
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, Editura Predania, București, 2010, p. 250)