¿Por qué hay personas a las que todo el mundo ama?
El humilde ama a todos y todos le aman. Todos lo esperan y a donde vaya es recibido como un ángel luminoso, honrándolo. El sabio y el maestro callan frente al humilde, porque todos esperan que ofrezca alguna enseñanza.
Al humilde nadie lo odia, nadie busca herirlo con palabras, nadie lo desprecia. Y porque ama a su Señor, todos lo aman a él. El humilde ama a todos y todos le aman. Todos lo esperan y a donde vaya es recibido como un ángel luminoso, honrándolo. El sabio y el maestro callan frente al humilde, porque todos esperan que ofrezca alguna enseñanza. Todos esperan sus palabras, como esperndo la palabra de Dios. Su discurso es breve, como el de los sofistas, quienes se cuestionan sus propios pensamientos. Y es que sus palabras son más dulces al oído, que la miel al paladar.
(Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoință, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, pp. 98-99)