¿Por qué los esposos intercambian anillos en la ceremonia nupcial?
Intercambiando las argollas, los esposos se prometen no sólo fidelidad, sino también confianza recíproca, una que va más allá de cualquier traición y disputa.
Cuando los esposos intercambian anillos, se prometen recíprocamente que si alguna vez sucediera algo entre ellos, si surgiera alguna discusión, mentira o traición, o si alguno le fuera infiel al otro, si se arrepiente y vuelve, el que ha sufrido la ofensa no le rechazará. Porque el causante dirá: “He aquí que he vuelto a ti. ¿Podrás recibirme de nuevo, o tu corazón se ha enfriado, dejando que muera tu amor por mí?”.
Y la respuesta será: “Ven. ¡Por supuesto que te amo como al principio! Mi amor solía saltar de alegría por ti. Pero, cuando te fuiste, mi amor se volvió un dolor calcinante y la espera, tristeza. Mas ahora mi amor ha vuelto a ser una triunfante alegría, más luminoso, más profundo, más vencedor y más seguro de lo que era antes de que te fueras...”.
Así, intercambiando las argollas, los esposos se prometen no sólo fidelidad, sino también confianza recíproca, una que va más allá de cualquier traición y disputa.
(Traducido de: Cum să întemeiem o familie ortodoxă, Editura Sophia, București, 2009, p. 26)