¿Por qué prefieres lo material, que es efímero, en vez de correr a buscar la forma de salvar tu alma?
En este momento, frente a ti se halla el Reino eterno de los Cielos, mismo que nadie podría destruir, ¿y tú prefieres quedarte con la boca abierta frente al dinero y el poder?
Dime: si el rey te invitara a palacio y te sentara junto a su trono, y después te llenara de elogios ante toda la corte, y posteriormente te invitara a comer, para que pruebes los más delicados manjares, ¿no te considerías el hombre más feliz del mundo?
Así pues, ahora, cuando se trata de llegar al Reino de los Cielos y sentarte junto al Rey del universo, y resplandecer como los ángeles, además de participar de la inefable gloria divina, ¿dudas en despreciar el dinero, en vez de saltar de alegría, aunque esto implicara sacrificar tu propia vida? Para alcanzar un puesto público, pero temporal, que te dará la oportunidad de robar algo de dinero, te vales de cualquier medio, bueno o malo. Pero, en este momento, frente a ti se halla el Reino eterno de los Cielos, mismo que nadie podría destruir, ¿y tú prefieres quedarte con la boca abierta frente al dinero y el poder?
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele Vieții, traducere de Cristian Spătărelu și Daniela Filioreanu, Editura Egumenița, pp. 158-159)