Portemos con serenidad la cruz espiritual
Cuando recibamos consuelo espiritual, seamos agradecidos con Dios. Pero no suframos cuando se nos quite ese privilegio y la oscuridad domine nuestro corazón.
La vida espiritual no consiste sólo en dulzura, paz y consuelo, sino también en cruz espiritual, es decir, que cuando nos falte el consuelo, sepamos mantenernos con serenidad...
Cuando recibamos consuelo espiritual, seamos agradecidos con Dios. Pero no suframos cuando se nos quite ese privilegio y la oscuridad domine nuestro corazón. La Gracia del Señor mantiene la medida para que no nos envanezcamos por haber recibido ese consuelo; además, envía humildad y transformación, pero no nos abandona definitivamente. Estén en paz, reciban la primera como consuelo y el segundo para hacerse más humildes.
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, vol. I, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 159)