A propósito de las pasiones del hombre
Los santos, quienes, por medio del Nuevo Adán, Cristo, supieron dominar sus pasiones, obtuvieron, además, el poder de subyugar a las mismas fieras salvajes.
En un sentido general, las fieras salvajes representan a las pasiones. Tal como las fieras salvajes atacan nuestro cuerpo para dañarlo, también las pasiones dañan nuestra alma.
El Creador le concedió a Adán un poder sobre todas las pasiones. Esta es la razón por la cual Adán también tenía poder sobre las fieras salvajes como símbolo de las pasiones.
Los santos, quienes, por medio del Nuevo Adán, Cristo, supieron dominar sus pasiones, obtuvieron, además, el poder de subyugar a las mismas fieras salvajes.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Simboluri şi semne, traducere de Gheorghiţă Ciocioi, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, p. 49-50)