¿Puedo saber si mi alma está sana?
¡Esta es la salud que quiero para ustedes, la que les recomiendo alcanzar y la que pido en mis oraciones!
Cuando el alma está sana, hay amor en su interior, no se ofende, soporta los insultos de su hermano, no revela a otros las faltas de su semejante, siempre tiene algo bueno que decir a quien tiene a su lado, sabe ceder y cómo librarse de los malos pensamientos y el desasosiego. Cuando el alma se vuelve sana, deja de quejarse, no se contradice, no murmura, no desobedece, no se comporta extrañamente y asume otras conductas que evidencian su buen estado. ¡Esta es la salud que quiero para ustedes, la que les recomiendo alcanzar y la que pido en mis oraciones!
(Traducido de: Avva Efrem Filotheitul, Sfaturi duhovniceşti, Editura Egumeniţa, p. 102-103)