Palabras de espiritualidad

¿Qué estamos dispuestos a sacrificar por el bien de nuestro prójimo?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Con cosas como estas puedes emparentarte con Dios. Y solo así Dios te otorgará Su Gracia.

Si, orando, pido: “¡Dios mío, por favor, haz que (nombre) recobre la salud!”, sin hacer algún sacrificio, es como si simplemente dijera un puñado de palabras hermosas. Solamente cuando Cristo vea mi amor, mi sacrificio, atenderá mi petición, claro está, si es de provecho espiritual para la otra persona. Por eso, cuando alguna persona les pida que oren por un enfermo, díganle que es importante que también ella ore, o, al menos, que se esfuerce en vencer sus propios defectos o pasiones.

Algunas personas vienen y me piden: “¡Padre, ayúdeme a sanar! Me han dicho que usted puede hacerlo…”. Sin embargo, en la mayoría de casos quieren que alguien les ayude, pero sin implicar un mínimo esfuerzo de parte suya. Por ejemplo, si le digo a alguien: “¡Deja de comer cosas dulces! ¡Haz este sacrificio para que Dios te ayude!”, viene él y me responde: “¿Por qué, padre? ¿Es que Dios no me puede ayudar sin que tenga que hacer eso?”. Si no son capaces de sacrificar algo tan insustancial por sí mismos, ¿cómo podrían hacerlo por alguien más? Bien puedes dejar de comer cosas dulces, pidiéndole a Cristo que ayude a todos aquellos que sufren de diabetes, o renunciar a dormir tanto, para que el Señor les conceda un poco de ese sueño a quienes tienen problemas de insomnio… Con cosas como estas puedes emparentarte con Dios. Y solo así Dios te otorga Su Gracia.

(Traducido de: Cuviosul Paisie AghioritulCuvinte duhovnicești. Volumul 4. Viața de familie, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 245-246)