¿Qué hacer cuando la exigencia religiosa de uno de los esposos es más grande que la del otro?
En la familia no hay nada individual. Todo es común. La oración también debe hacerse estando todos presentes, no sólo antes de comer, sino también antes de dormir y por la mañana, en la medida de las posibilidades de cada quien; en todo caso, debe encontrarse momentos para practicar esta oración común, porque la vida común se basa en actos comunes.
No hay otra solución que tener paciencia con la poca devoción del otro, aunque esto es algo que debía resolverse desde el comienzo, es decir, no empezar a caminar con uno que no es capaz de andar el mismo camino contigo. Debes saber desde el inicio con qué puedes contar de parte suya. ¿Por qué? Porque de lo contrario no podrás tener un programa religioso, un programa de vida en famila. Te quedarás solo en tu propia familia. Y esto sucede más a menudo de lo que debería, porque las personas no forman sus familias fundamentándose en la fe, sino en cualquier otra cosa; luego, cuando uno de los esposos comienza a andar el camino de la fe y el otro es incapaz de seguirlo, comienzan a aparecer disensiones y situaciones de tensión. En la familia no hay nada individual. Todo es común. La oración también debe hacerse estando todos presentes, no sólo antes de comer, sino también antes de dormir y por la mañana, en la medida de las posibilidades de cada quien; en todo caso, debe encontrarse momentos para practicar esta oración común, porque la vida común se basa precisamente en actos comunes. De lo contrario, no se trata de una relación conyugal, sino simplemente enyugarse al otro.
(Traducido de: Arhimandrit Teofil Părăian, Bucuriile credinței, Editura Mitropoliei Olteniei, pp.233-234)