Qué hacer para que el maligno se vaya y nos deje en paz
¿Te molesta el maligno, te mortifica? Di: “¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí!”, y verás como se va ante el poder del nombre de Cristo-Dios.
Yo no les doy permiso a los laicos para que maldigan al demonio y entren en diálogo con él, diciéndole: “¡Desaparece! ¡Vete de aquí!”. ¡No se los permito! Yo lo que les digo es esto: “¡Oren, porque él huye de la oración!”. ¿Te molesta el maligno, te mortifica? Di: “¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí!”, y verás como se va ante el poder del nombre de Cristo-Dios.
Entonces, el arma que debes usar para apartarlo es la oración. No digas: “¡Vete de aquí!”, porque a él le conviene que le hables, porque lo tomas en cuenta, le das importancia. ¿Ves? Esta es la táctica espiritual, la táctica a utilizar en la lucha contra el maligno.
(Traducido de Ne vorbește Părintele Arsenie, ediția a 2-a, vol. 2, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, pp. 113-115)