¿Qué he aprendido desde que soy papá?
Los niños te enseñan a enfrentar situaciones de estrés y tesituras inesperadas. Si no estás atento a tu hijo cuando le cambias el pañal, podría caerse de la cama y lastimarse. Si te asustas, él también se asustará; si gritas, también él lo hará. Ese momento especial, cuando tu hijo comienza a dormirse en tus brazos, es como si estuvieras abrazando al mismísimo Cielo. Poner toda tu alma en lo que haces es la respuesta a todos los problemas.
El escritor Tom Matlack nos comparte lo que ha aprendido desde que es padre.
1. El amor paterno es el único amor completo en este mundo. Aunque yo sea exigente, mis hijos saben que, no importa lo que pase, no dejaré de amarlos.
2. Siempre creí que la paternidad es algo que se aprende. Sin embargo, he llegado a la conclusión que se trata de una lección de vida que puedes asumir en cualquier momento, aún sin estar preparado para ello.
3. Los niños te enseñan a enfrentar situaciones de estrés y tesituras inesperadas. Si no estás atento a tu hijo cuando le cambias el pañal, podría caerse de la cama y lastimarse. Si te asustas, él también se asustará; si gritas, también él lo hará.
4. Ese momento especial, cuando tu hijo comienza a dormirse en tus brazos, es como si estuvieras abrazando al mismísimo Cielo.
5. Poner toda tu alma en lo que haces es la respuesta a todos los problemas.
6. Es imposible garantizarle toda la seguridad a tu hijo, sobre todo en el mundo que le espera fuera de la familia. No obstante, puedes enseñarle que el mundo no siempre es un compañero seguro, amigable y perfecto.
7. Hay momentos únicos en la paternidad. Cuando tu hijo te dice, por primera vez, “pa-pá”, “ma-má”, o cuando te da su primer beso... Son momentos que te hacen sentir que vale la pena vivir.
8. Ser padre es una lucha de cada día. Y, fuera de los momentos que ya he mencionado, hay otros más con períodos difíciles, sacrificios y responsabilidades.
9. La paternidad te enseña a priorizar. Antes de que tu primer hijo naciera, flotabas en un océano de búsquedas y meditaciones filosóficas... Ahora sabes que en primer lugar están tus hijos, luego tu trabajo y, finalmente, tus amigos. Constatar esta realidad podría asustarte, pero es simplemente la verdad.
10. En alguna parte oí que antes los padres no abrazaban a sus hijos. ¡Abrázalos fuertemente y con ternura!
11. El sueño se convierte en tu mejor amigo cuando eres padre. Por eso, cuando puedas, ¡intenta dormir al menos unos minutos!
12. Si tu hijo no puede dormir, abrázalo y acaríciale la cabeza con tu mano. Luego, háblale con suavidad.
13. Aún en los momentos cuando mis hijos no están a mi lado, los tengo siempre presentes. Y es que ellos me han enseñado a ser bueno, cada día.
14. ¡Sonríele a tus hijos! Puede que hagan una que otra travesura... pero todos los niños lo hacen. El humor es la mejor arma para enfrentar ese tipo de situaciones.