Que las mujeres encintas comulguen con frecuencia
“¡Mientras más asiduamente, mejor!”, dice San Serafín de Sarov. Desde luego, con la conciencia de su propia indignidad y reconociendo tanto nuestra debilidad de humanos como nuestra enorme necesidad del poder de Dios, que santifica también a la criatura que está en el vientre de la mujer.
La futura madre debe mantenerse en paz y sosegada. Y para que los caprichos anormales que a veces experimentan las embarazadas no influyan negativamente en su corazón y no lo dañen, la mujer que se prepara para dar a luz debe comulgar con frecuencia.
“¡Mientras más asiduamente, mejor!”, dice San Serafín de Sarov. Desde luego, con la conciencia de su propia indignidad y reconociendo tanto nuestra debilidad de humanos como nuestra enorme necesidad del poder de Dios, que santifica también a la criatura que está en el vientre de la mujer.
(Traducido de: Cum să educăm ortodox copilul: 300 de sfaturi înțelepte pentru părinți de la sfinți și mari duhovnici, traducere de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2011, p. 30)