Palabras de espiritualidad

¿Qué lugar ocupa Dios en tu corazón?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Todos debemos pensar en Dios! Debemos tener a Dios en nuestra mente, en nuestro sentir. Él debe estar en el primer lugar de nuestra vida.

Todas las cosas del hombre empiezan con un pensamiento, y si todo empieza con un pensamiento, debe haber orden en tu mente, porque, de lo contrario, tampoco habrá orden en tu vida.

Lo que quiero decir es que la vida del hombre se fundamenta en sus pensamientos, y la clave de la enmienda del hombre está en su mente. Con el tiempo conocí aquellas palabras de San Marcos el Asceta, que dicen que “sobre el corazón que ama el esfuerzo no tienen ningún poder los malos pensamientos, porque son disipados como el fuego extingue el agua”. Todos sabemos qué ocurre cuando arrojamos un carbón encendido a un cubo lleno de agua. Se extingue inmediatamente. Bien, lo mismo sucede en el corazón que ama el esfuerzo y el sacrificio, un corazón dirigido a Dios, un corazón decidido por Dios, un corazón que piensa solamente en Dios.

En la Pascua decimos: “aquellas mujeres que pensaban en Dios, con mirra corrieron tras de Ti”. ¿Quién? “Aquellas mujeres que pensaban en Dios”. ¡Todos debemos pensar en Dios! Debemos tener a Dios en nuestra mente, en nuestro sentir. Él debe estar en el primer lugar de nuestra vida. Por eso, no debemos jugar con la idea de Dios, sino unirnos al Dios personal, al Dios que nos conoce, al Dios que nos ve y nos escucha, porque si Dios no está en el lugar más importante de tu corazón, es que tampoco está en ningún otro.

(Traducido de: Arhimandrit Teofil Părăian, Bucuriile credinței, Editura Mitropoliei Olteniei, p. 158-159)