Creo que la virginidad debe mantenerse, a toda costa, para poder vivir una felicidad verdadera al casarse. A partir de la experiencia de muchas personas que conozco, y la mía propia, podría afirmar que mientras más cedemos ante las modas, renunciando a nuestros propios conceptos de lo que es bueno y lo que es malo, menos capaces somos de vivir sentimientos profundos y auténticos. Y viceversa.

Actualmente muchos sienten vergüenza cuando se trata de asumir una actitud correcta y romántica respecto al amor y a la vida en general. Siendo sincero, no creo que la mayoría de personas que hoy en día hacen lo imposible por mantener una máscara de cinismo, sean incapaces de mantener una relación normal, sincera, pura. Ellos mismos se hacen daño, evitando hablar abiertamente sobre su amor y el deseo unirse a alguien para toda la vida. (Vladimir Gurbolikov, periodista)

(Traducido de: Dmitrii Semenik, Dragostea adevărată: taina dragostei înainte și după căsătorie, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2012, p. 82)