¿Qué significa guiar nuestra vida?
Aún aquellos que parecen muy activos son, en los momentos más importantes de la vida, personas pasivas.
Significa conducir nosotros nuestra vida, en vez de dejarnos conducir por ella. Muchas personas no tienen un propósito claro de vida ni de dónde responder a cada impulso interior o exterior; por esta razón, se ven sometidas por las circunstancias coyunturales, por otros a los que recién acaban de conocer y por sus propios cambios de temperamento. Así, toda la vida se dejan llevar, para un lado y para el otro, por todas las influencias y situaciones posibles. Aún aquellos que parecen muy activos son, en los momentos más importantes de la vida, personas pasivas.
No ponen sus energías al servicio de un gran ideal que los encauce, ni aceptan ninguna forma de medida o dirección, sino que siguen ciegamente lo que les dictan determinadas circunstancias e impulsos, obedeciendo sea a sus propios arranques momentáneos, o a la necesidad de aturdirse y distraerse. Esta oscilación no tendría que ser llamada “actividad”, sino “inestabilidad”. La decisión principal para la formación del carácter y la conciencia se halla en el primer nivel de la virtud humana y es la primera condición de cualquier conducta activa en la vida. Con esa misma decisión es que el hombre arranca la pasividad de raíz, para llegar a ser un organizador y no uno que sólo juzga.
(Traducido de: Dr. W. Forster, Îndrumarea vieții, Mănăstirea Sfântul Ioan cel Nou, Suceava, 2008, p. 11)