Palabras de espiritualidad

¡Que tu enfermedad no sea una razón para perder la esperanza!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Debemos clamar al Señor, desde el fondo de nuestra alma: “¡Padre, que se haga en mí Tu santa voluntad! ¡No me prives de Tu Reino Celestial!”. Y, con esto, obtendremos la misericordia divina.

«Te suplico que no te desanimes por causa de tu enfermedad. ¡Ten esperanza! ¡Preséntale al Señor tu dolor! Acuérdate de que Él es Quien dispone todo para nuestra salvación espiritual, de modo que cada persona reciba la cruz que puede cargar, con una humilde sumisión al Padre Celestial. ¡Cuántos justos han soportado, sin tener culpa alguna, las más duras pruebas y grandes tribulaciones! Pero nosotros, que estamos tan cargados de pecados, no pensamos en nada más, cuando, desde nuestra comodidad, al menos por medio de la enfermedad tendríamos que pagar por nuestras faltas. Por eso es que debemos clamar al Señor, desde el fondo de nuestra alma: “¡Padre, que se haga en mí Tu santa voluntad! ¡No me prives de Tu Reino Celestial!”. Y, con esto, obtendremos la misericordia divina».

(Traducido de: Mari stareți ruși: viețile, minunile, îndrumările duhovnicești – Din învățăturile duhovnicești ale Cuviosului Stareț Antonie de la Optina, vol. I, trad. din limba rusă: dr. Gheorghe Zapotinschi, Editura Sophia, 2008, p. 521)