¿Quiénes son los “locos por Cristo” y los verdaderamente felices?
Los locos por Cristo no representan nada para las demás personas, aunque sean muy grandes para el Señor.
Los locos por Cristo son personas que han alcanzado la santidad, al haber obtenido los dones del Espíritu Santo. San Serafín de Sarov dice que: “locos por Cristo (esos que han renegado de su propia razón) son muchos, pero de mil de estos, sólo uno es, verdaderamente, un loco por Cristo”. Se trata de una persona que ora sin cesar y puede hacer grandes cosas, valiéndose de una fuerza espiritual extraordinaria, incluso profetizar, aunque se comporte como uno que ha dejado de razonar. Estas personas son dementes sólo en apariencia, porque, de hecho, el Señor les da conocimientos superiores. Por eso, los locos por Cristo no representan nada para las demás personas, aunque sean muy grandes para el Señor.
Un hombre feliz ha alcanzado, igualmente, la santidad, pero su comportamiento no es necesariamente extraño. Se muestra sosegado, sonriente y paciente ante las ofensas, porque ese estado de felicidad perdura en su alma. Su alma es humilde, porque como dice la Escritura, “Bienaventurados los ppbres de espíritu…” (Mateo 5, 3). Felices son los que se contentan con cualquier cosa, no se quejan y no caen en la desesperanza. En otras palabras, son santos.
(Traducido de: Arhimandrit Ambrozie Iurasov, Îndrumar creştin pentru vremurile de azi, vol.1, Editura Sophia, Bucureşti, 2008, p. 220)