Palabras de espiritualidad

¿Ricos y pobres, o pobres y ricos?

  • Foto. Silviu Cluci

    Foto. Silviu Cluci

Les pido a los santos, a los justos de Dios, a los profetas, a los apóstoles, a los jerarcas, a los mártires, a los piadosos, a los venerables y a todos los santos, que oren por mí para que pueda asemejarme a ellos.

Tal como en el mundo en el que vivimos hay ricos y pobres, también en el orden espiritual hay ricos y pobres.

Los pobres les piden a los ricos y a los que tienen más posibilidades que les ayuden, y acuden a ellos constantemente. En el orden espiritual, los pobres tendrían que acercarse y pedir el auxilio de los ricos en las cosas del alma.

Nosotros somos los pobres de alma, en tanto que los santos son los ricos, quienes ya desde esta vida han brillado gracias a su fe y su devoción. A ellos debemos acudir nosotros, que somos pobres, para pedirles que oren por nosotros, que nos ayuden hacernos puros como niños y también para que nos enseñen la sabiduría espiritual, de manera que podamos vencer el pecado y amar a Dios y a nuestros semejantes como es debido.

¡Así, les pido a los santos, a los justos de Dios, a los profetas, a los apóstoles, a los jerarcas, a los mártires, a los piadosos, a los venerables y a todos los santos, que oren por mí para que pueda asemejarme a ellos! 

(Traducido de: Sfântul Ioan din Kronstadt, Viaţa mea în Hristos, traducere de Boris Buzilă, Editura Sophia, Bucureşti, 2005, p. 225)