¿Sacerdote o padre espiritual? ¿O ambos?
El padre espiritual es el instrumento del amor divino, que se funde con la intimidad espiritual del hombre, por medio de la acción del Espíritu Santo.
A menudo, la calidad de sacerdote es confundida con la de padre espiritual, pero no todos los sacerdotes son padres espirituales. Este es un atributo especial del sacerdocio y no todos lo pueden ejercer. Se trata de una función gratífica. El padre espiritual es el instrumento del amor divino, que se funde con la intimidad espiritual del hombre, por medio de la acción del Espíritu Santo. En consecuencia, no puede hablarse de una función espiritual afuera de la Iglesia y del Espíritu Santo.
El campo de trabajo del padre espiritual es la vida interior de los hombres, con toda su complejidad. ¡Qué misión tan grande! Conocer, edificar, sanar y hacer que el hombre se realice en su intimidad espiritual, pero también en su dimensión social, porque toda la vida del hombre depende de los procesos de su interior, de sus pensamientos, sus sentimientos, sus esperanzas, su fe y sus capacidades, o de sus pecados, su satanización y lo alienado que se encuentre. De la vida espiritual dependen también la salud del cuerpo y la de la sociedad. Teniendo un rol tan importante, los padres espirituales tendrían que ser muchos en el mundo, porque el mundo realmente los necesita.
(Traducido de: Ioan Ianolide, Întoarcerea la Hristos, Editura Christiana, București, 2006, p. 457)