Palabras de espiritualidad

Salir lo antes posible de la fosa del pecado

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¡Que nadie demore su arrepentimiento! Procuremos, hermanos, arrepentirnos lo antes posible.

Cuando los justos, los sabios y los mansos ven a un pecador que se arrepiente, se regocijan y le agradecen a Dios. Pero la alegría es mayor entre los ángeles del Cielo. ¡Entonces, que nadie demore su arrepentimiento! Procuremos, hermanos, arrepentirnos lo antes posible. Y, después de confesarnos con sinceridad, confiemos en que Dios borrará todas nuestras faltas. Lo importante es estar atentos, para no volver a caer en las mismas faltas. Y si esto ocurriera, porque somos humanos y tendemos a pecar, volvamos a arrepentirnos inmediatamente y busquemos la confesión. Si, caminando, nos tropezamos y caemos al suelo, ¿nos quedaremos tendidos, o nos levantaremos inmediatamente? ¿Acaso no es mejor levantarse lo antes posible? En consecuencia, cuando caigamos en pecado, no nos quedemos ahí. Levantémonos, y Dios vendrá a librarnos. Nos dará la mano y nos dirá: “¡Arriba!”.

(Traducido de: Arhim. Filothei Zervakos, Ne vorbește părintele Filothei Zervakos, Editura Egumenița, p. 217-218)